Historias para curiosos

Receta y rencor

agatha

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Diciembre de 1926.

 

Agatha Christie está rota.

 

Su madre acaba de morir.

 

Y su marido, el muy educado Archie, le confiesa que tiene otra.

 

Una tal Nancy Neele.

 

Hasta aquí, drama con sabor inglés.

 

Pero entonces, Agatha desaparece.

 

Su coche aparece abandonado con la ropa dentro, un permiso de conducir caducado y ni rastro de ella.

 

El país entero entra en modo novela de misterio.

 

La policía rastrea los bosques.

 

La prensa enloquece.

 

Conan Doyle lleva un guante de Agatha a un médium.

 

No es broma.

 

Once días.

 

Once días de incertidumbre nacional.

 

Y entonces, la encuentran.

 

Agatha está viva.

 

Registrada en un hotel de Harrogate.

 

Tranquila. Tomando el té.

 

Y firmando la habitación como Mrs. Tressa Neele.

 

Sí.

 

Neele.

 

El apellido de la amante de su marido.

 

Oficialmente, los médicos hablaron de amnesia, colapso nervioso, trauma.

 

Pero dime tú:

 

¿una mujer que escribe crímenes perfectos, que construye coartadas milimétricas, pierde la memoria...

 

y justo se registra con el apellido de la otra?

 

Claro que sí, guapi.

 

Agatha no desapareció.

 

Agatha escribió el capítulo de venganza más brillante de su vida.

 

Y lo firmó con la tinta del escándalo.

 

Se vengó con una portada en todos los periódicos del país y con el nombre de la amante flotando en cada titular.

 

 

 

Acabamos de subir una novedad para que, como Agatha, desaparezcas, al menos el tiempo que dure entre tus manos:

 

Sobrasada.

 

 

El crimen es el siguiente:

 

Sobrasada menorquina.

 

Queso Mahón.

 

Un buen hilo de miel.

 

Colócalo todo entre dos rebanadas de buen pan.

 

Dale calor o airfryer.

 

Se funde.

 

Y a vivir

 

O a morir.

 

Del gusto.

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La Quesería Gijón

h

P.D. Si te ha gustado esta historia, esto te interesa.

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