Afuega´l Pitu
El queso que no quiere caerte bien
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En 1951 se publica El guardián entre el centeno.
El libro que cambiaría la literatura adolescente para siempre.
El protagonista, Holden Caulfield, no es un héroe.
Es un adolescente perdido, cínico, sensible, obsesionado con la autenticidad.
No soporta a los hipócritas.
No tolera a los adultos que fingen.
Y odia tener que decir cosas como:
“Encantado de conocerte”, cuando en realidad le importa un comino.
¿Y su autor?
J.D. Salinger.
Un tipo aún más enigmático que su personaje.
Nació en Nueva York, 1919 en el seno de una familia acomodada de origen judío, con padre importador de carne y madre de ascendencia irlandesa.
Desde joven se sintió incómodo en ambientes elitistas, y eso se refleja claramente en Holden.
Fue soldado en la Segunda Guerra Mundial, luchó en Normandía, vio el horror de cerca, y nunca volvió a ser el mismo.
Después del éxito brutal del libro, escrito durante 10 años, Salinger desapareció del mapa.
No daba entrevistas.
No aparecía en televisión.
Vivía en una casa alejada en New Hampshire, escribiendo en soledad, sin publicar nada nuevo durante décadas.
Y sin embargo, miles de lectores siguen atrapados en la voz de un joven que no soporta la falsedad y que quiere —desesperadamente— que alguien lo escuche de verdad.
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¿Y el queso?
Holden no habría comido cualquier cosa.
Nada de supermercados asépticos ni envoltorios con tipografía cursiva.
Si tuviera que elegir, habría sido un queso que no intenta caer bien.
Uno que dice:
“este soy yo, y si no te gusto, peor para ti”.
Y ahí entra el Afuega’l Pitu rojo.
Queso asturiano.
Con su forma de troncocono, su color anaranjado, su textura densa y su sabor picante.
Cuántas veces hemos oído en la tienda: "Me gustan todos los quesos menos el Afuega'l Pitu".
Un queso que no busca agradar.
Solo ser lo que es.
Como Holden.
Como Salinger.
Como tú cuando huyes de los postureos.
Si te apetece, es aquí.
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